Una experiencia laboral gratificante
En el artículo de hoy quiero contarte una experiencia laboral enriquecedora que tuvo mi estudiante Pete Blackwell. Espero que este tipo de historias te inspire tanto como a mí al escucharla.
En el año 2003 mientras estudiaba la carrera de matemáticas Pete hizo voluntariado en una ONG llamada ReachOut en Manchester. Al graduarse pensaba trabajar en bancos o el área de finanzas, pero le ofrecieron trabajar en la sede de Londres de esta organización y Pete aceptó.
ReachOut había sido creada con el fin de darles una nueva oportunidad a niños y adolescentes de barrios con un alto índice de criminalidad. La ONG les apoyaba con los deberes, hacía distintas actividades y les ofrecían la posibilidad de mejorar sus vidas.
Un trabajo retador
Al principio Pete trabajaba con los jóvenes en diferentes escuelas de la ciudad. Era un trabajo dinámico y divertido pero el primer año fue un reto grande para él. Los chicos a veces peleaban entre ellos y él debía gestionar con éxito estas situaciones que se le presentaban.
La organización había tenido una estructura poco definida hasta ese momento, algo que Pete se propuso mejorar. Contrató a su hermana y juntos empezaron a captar más fondos y a hacer de la organización una empresa real. Preparar a los voluntarios con los mejores recursos para lidiar con los momentos más difíciles se convirtió en una prioridad.
Por eso en los meses siguientes tuvieron un período intenso de formación a través de charlas y talleres en los que se capacitaron a más y más voluntarios para colaborar con la organización. De esta forma ReachOut fue ganando prestigio dentro del sector.
Una historia en cada niño
Las escuelas primarias y secundarias elegían 10 niños que podían necesitar integrarse a los proyectos de ReachOut y la ONG designaba los voluntarios y un líder por cada proyecto.
Detrás de cada niño y adolescente había una historia de transformación que había sido posible gracias a los voluntarios y a todo el equipo que trabajaba en la organización.
Por el gran impacto que iba causando en las vidas de aquellos niños, la organización continuó captando fondos y creciendo. En 2010 Pete se convirtió en el director de la sede de Londres y llegó a ser su jefe ejecutivo.
Pete es de Londres y vivió allí hasta que este año decidió venir a Barcelona para vivir otras experiencias profesionales, crear nuevos retos y seguir aprendiendo español.
Gracias Pete por compartir este importante capítulo de tu vida. Ha sido inspirador conocer cómo hiciste crecer esta organización durante varios años para darles una vida mejor a tantos niños y adolescentes de tu ciudad natal.
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